Aunque no existen evidencias concluyentes, algunos estudios sugieren que el ejercicio físico frecuente se acompaña probablemente de una disminución de los niveles de ansiedad y de depresión. Además, se cree que dicho ejercicio físico mejora la sensación de bienestar y mejora las prestaciones en el trabajo, en las diversiones y en las actividades deportivas.
Si, por ejemplo, una persona realiza un programa de entrenamiento físico regular durante 3 meses y después deja de hacer ejercicio físico, ¿se mantienen los efectos positivos adquiridos aunque deje de hacer ejercicio?
No. Supongamos, por ejemplo, que se ha hecho un programa de entrenamiento y se consigue que desciendan los valores de tensión arterial de reposo. Si desde ese momento se deja de hacer ejercicio, la tensión arterial de reposo volverá a subir al cabo de varias semanas o meses. Por ello, es muy importante seguir practicando ejercicio de modo regular.